Ridículo de Prieto de la Cal y sus palmeros

¿Para esto tantas intrigas en los despachos, puñaladas traperas y falsedades?. ¡Menudo desastre de los novillos de Prieto de la Cal!: vacíos de raza, sin humillar ni emplearse nunca, cuando no buscando el cuerpo del torero, y encima sin fuerza, hasta llegar e echarse en plena faena. Por si fuera poco, la novillada fue una escalera en cuanto a presencia, con algunos de trapío más que deficiente y otros zambombos. O sea, un fracaso en toda regla, un ridículo absoluto para el ganadero, sus palmeros “toristas” y sus valedores de despacho, que quedan con las posaderas al aire tras su grotesco papelón. Poca gente se habrá llamado a engaño, lo que iba a ocurrir estaba cantado  a la vista de los precedentes, pero las presiones de los avalistas del señor Prieto de la Cal pudieron más.

¿Y ahora qué van a decir el ganadero y sus palmeros?, ¿le echarán la culpa a los toreros por haber “lidiado mal” la novillada, como suelen proclamar con frecuencia en las tertulias “toristas”?. ¿Dirán que los marrajos en realidad eran “encastados”?. ¿Seguirán defendiendo que no deben darse oportunidades a ganaderías nuevas?. Son capaces de eso y más, no sería la primera vez. Pero la realidad del desastre es abrumadora, y a la vista de ella se entiende perfectamente que hubiera que vetar a toda costa cualquier otra opción veragüeña de garantía, porque si sale embistiendo se demuestran dos cosas: que lo de Veragua no es malo por naturaleza, sino todo lo contrario, y que lo Prieto de la Cal no es el emblema de esta sangre.

Este es el quid de la cuestión y lo verdaderamente trágico del caso: que el fiasco de Prieto de la Cal en Madrid, como el del año pasado en Zaragoza, no es sólo el petardo de una ganadería, sino que proyecta por extensión una imagen nefasta a todo lo de Veragua, que no se corresponde con la realidad pero funciona en la particular psicología simplista y maniquea del taurinismo. Precisamente, con ello se vuelve a dar un argumento claro a los propagandistas del monopolio en su machacona y falsa letanía de que lo único apto para el torero actual es lo de Domecq. Este es otro de los riesgos añadidos de difundir la mentira de que Prieto de la Cal tiene la exclusiva de Veragua, te juegas todo a una carta, a ver si se enteran estos listillos.

Pero como los “toristas” no saben de qué va esto, siguen sin darse cuenta de que si realmente se quieren proteger las castas en peligro hay que apostar por los hierros de Santa Coloma, Vega-Villar o Veragua que tienen bravura y nobleza, que pueden embestir con raza y con garantías de triunfo para el torero. Defendiendo los mansos y los pregonaos estamos en un callejón sin salida y vamos derechos a la rápida extinción de dichas castas. Pero es que a los “toristas” lo que les gusta es eso: los moruchos con mala leche, porque además de ser fanáticos se identifican con ellos.

Si quiere sobrevivir (y ello nos encantaría a todos los amantes de la casta veragüeña) Prieto de Cal debe abandonar cuanto antes la senda “torista” y volver al único camino posible: recuperar el estilo de juego que tuvo en sus mejores épocas, fogoso, pero bravo y con embestida clara y toreable. Urge trabajar en la línea buena, porque lo contrario lleva a lo de ayer: ni «torismo», ni éxito para nadie. A seleccionar bien y a defender su producto sin meterse con otros ganaderos o con los toreros. Mucho trabajo de campo, mucha discrección y si tiene que echar algún semental de otro hierro del mismo origen, no pasa nada, sino todo lo contrario.

Postdata: Algunos sujetos “toristas” siguen mandando mensajitos calumniosos hacia este blog. Es inútil, de nada va a servirles, más que para reírnos de sus pataletas y que denunciemos cada vez con más énfasis su ignorancia, sus falacias, su miseria moral y el enorme daño que han hecho y siguen haciendo a la Fiesta.